sábado, 6 de noviembre de 2010
Jo no et respecto
miércoles, 20 de octubre de 2010
Mala gente
Han pasado ya varios días desde que el arzobispo de Bruselas hiciera unas declaraciones en las que hablaba de diferentes “formas de justicia” como son el sida o el cáncer (noticia). Mi repulsa total hacia
Manzanas podridas pueden haber en todos los sacos, y podríamos justificar a
En noviembre Benedicto XVI visitará Barcelona, allí estaré para darle mi más “calurosa bienvenida”.
jueves, 16 de septiembre de 2010
Nos sobran los motivos
En 1986 se planteaba en el panorama político español la entrada en
Para mucha gente entrar en
Pienso que aquella idea de crear un Estado de Bienestar no era del todo mala. Unir esfuerzos por mejorar los derechos de los ciudadanos siempre es una buena noticia. Pero tal vez las personas que han tripulado la nave no han sido las idóneas.
A lo largo de los años nuestras mejoras son, en muchos de los casos, el resultado del empobrecimiento o abuso de aquellos países y personas más débiles. Jugamos con una doble moral, te ayudamos mientras te necesitamos. Los intereses de nuestros mandatarios han sido egoístas, la defensa del gran capital en reprimenda de los más necesitados es la dinámica en los últimos años. Los grandes partidos de ideales supuestamente opuestos cada vez se parecen más. Y el resto de partidos, cuya posición siempre ha sido crítica y clara, hacen más de lo que pueden hacer, pero menos de lo que debieran por culpa del bipartidismo establecido.
Actualmente vivimos una situación insostenible provocada por los años de especulación de los poderosos del mundo, grandes multinacionales y entidades financieras. Y por si fuera poco, con las actuales reformas, lejos de pedirles responsabilidades se les protege, recortando y apretando el cinturón de la clase trabajadora. El giro político del gobierno socialista es un reflejo de las políticas de derechas que se están empleando en toda Europa. De aquel Estado de Bienestar y su declaración de intenciones quedan solo las migajas.
El 29 de septiembre, viviremos en España una huelga general en contra de las reformas laborales adoptadas por el gobierno y como protesta por la precariedad laboral que vivimos actualmente. Hay gente que no cree en las manifestaciones como herramienta de presión y de cambio o no encuentra argumentos suficientes para salir a la calle, yo sí. Como decía el maestro Sabina, nos sobran los motivos.
jueves, 5 de agosto de 2010
Aquellos días de verano
jueves, 29 de julio de 2010
Catalunya dice NO
Ayer se aprobó una Iniciativa Legislativa Popular, es decir una ley propuesta por los ciudadanos. Se abolió el maltrato al toro, pero al parecer para algunos no es argumento suficiente el evitar el sufrimiento de un ser vivo y tienen que achacar el resultado de la ILP a intereses de identidad. Ayer pudimos ser testigos en los medios de comunicación de un potaje de palabras cargadas de una gran hipocresía.
Hasta el día de hoy no he leído o escuchado un sólo argumento de peso a favor de las corridas de toros, la mayoría justificándose en la tradición y cultura. También se hablaba de atropello de libertades. Montilla hizo unas declaraciones que a mi parecer podrían ser el número uno del cinismo. “Voté en contra de la prohibición porque creo en la libertad”. Si la frase hubiera salido de un anarquista hubiese colado. Pero partiendo de un presidente autonómico integrado en un Estado que se rige por un sistema de leyes, me suena como poco a hipocresía barata. Sr. Montilla, ¿qué son las leyes sino prohibiciones? Está prohibido beber cuando se conduce, está prohibido circular sin casco y sin cinturón, está prohibido consumir marihuana… y así un seguido de prohibiciones. ¿Usted cree en las libertades y por eso no quiere prohibir? Seamos serios.
En definitiva, creo que la pregunta que se debate es bien sencilla y quien argumente otras cuestiones está tirando balones fuera. ¿El disfrute y ocio del ser humano está por encima del sufrimiento del animal? Ayer Catalunya dijo NO.
lunes, 12 de julio de 2010
España y sus circunstancias
Estos días en que la selección española de fútbol está en primer plano mundial, afloran esos sentimientos enfrentados e históricos que arrastra este país desde hace ya tantos años.
Ni aquel que sale bandera en mano a celebrar la victoria de la selección española es un facha, ni el que no lo hace significa que reniegue de su país. Todos los sentimientos son posibles. Bajo mi punto de vista el sentimiento hacia algo o hacia alguien es totalmente respetable y va más allá de lo que pueda poner en un papel oficial.
La diversidad de sentimientos tan opuestos en España es fruto de su propia historia, de la historia de sus pueblos, de su evolución, de su cultura, de sus conflictos y de la mala gestión de los mismos. Este país carga en sus espaldas una cruenta guerra civil y una dictadura no menos cruenta de 40 años.
Hoy los sentimientos hacia los símbolos del Estado (bandera, himno, representantes…) son variopintos. Una parte de los ciudadanos los aceptan como suyos, como símbolos de
Yo nunca ondearé una bandera rojigualda en mi balcón, ni vibraré al oír
En mi balcón ondea la bandera republicana junto con
lunes, 10 de mayo de 2010
La Casa Real y sus maniobras
El acceso a recibir atención médica es un derecho, debe ser gratuito y estar al alcance de cualquier persona sin tratos de favor por su posición social. Yo apuesto por la seguridad social, creo que debe ser un principio básico de cualquier país que defienda la igualdad de clases y la salud de todos sus ciudadanos.
Estos días, el rey como ciudadano que es, con sus deberes (tal vez) y sus derechos, ha hecho uso de nuestra seguridad social acudiendo al Hospital Clínic de Barcelona. Ha sido ingresado en una habitación que pertenece a Barnaclínic. Barnaclínic es algo así como una clínica “VIP” dentro del Hospital Clínic que utiliza espacios, material y personal sanitario de la seguridad social. Es decir, uso de lo público por parte de lo privado, con lo que el coste de sus actividades repercute en la sanidad pública. Esta forma de clínica “privada” ha sido denunciada en varias ocasiones por la CGT. Por lo tanto, a efectos teóricos ha ingresado en una clínica privada, pero a efectos prácticos y oficiales (según la Casa Real) lo ha hecho en una clínica pública.
Por un lado me alegra que este personaje acuda a la salud pública para someterse a una intervención quirúrgica, eso es síntoma de que disponemos de material médico de calidad y grandes avances. Por otro lado me indigna ver, una vez más, que gracias a la corona se acentúen esas diferencias de clase que se están intentando erradicar con el esfuerzo y la lucha de muchas personas y que “sus majestades” se cargan de un plumazo.
El uso privilegiado de la seguridad social por parte de Juan Carlos supone un trastorno en el normal funcionamiento del hospital. Desalojos de zonas hospitalarias, saltos en las listas de espera y despliegues de alta seguridad que entorpecen el día a día de trabajadores y usuarios.
Pero todo vale para esta familia que se inventa las mil y una maniobras para aparentar humildad. Apoyados por medios de comunicación serviles y bufones, nos quieren hacer ver lo cerca que está el rey de su pueblo con argumentos banales y casposos que están a la altura de cualquiera de sus programas basura.
Si en futuras ocasiones a los Borbones se les ocurre, nuevamente, la brillante idea de hacer uso de la seguridad social para dar una imagen de “campechanismo”, les aconsejo que utilicen las mismas reglas del juego que cualquier hijo de vecino. De lo contrario estarán faltando al respeto a todas aquellas personas que pasan largas temporadas en listas de espera interminables aguardando a ser intervenidos quirúrgicamente.
Por cierto, como persona que es, me alegro de que todo le haya ido bien. Como se suele decir, lo cortés no quita lo valiente.
miércoles, 14 de abril de 2010
De mal en peor
Treinta años no han bastado para reconocer la labor de todas ellas, pero varios meses han sido suficientes para juzgar a aquel que intentó hacer justicia sobre todo este olvido.
Creo que es el momento para desmarcarse y manifestarse. No estamos de acuerdo con la acusación sobre el juez Garzón, porque nosotros no pertenecemos al facherio ultraconservador nostálgico de tiempos franquistas. Condenamos y exigimos a la justicia que investigue a aquellos partidos que hacen apología del nazismo, racismo, fascismo… de igual manera que se hace con los sospechosos de simpatizar con el grupo terrorista ETA.
Este país no aprende. Y no vale tirar balones fuera, el electorado es culpable. Culpable de tener como segundo grupo político más votado a un partido supuestamente democrático que, a día de hoy, sigue sin condenar la dictadura franquista, justificando la maquinaria dictatorial del 36 y haciendo declaraciones que dan alas a grupos de extrema derecha. Gracias a ellos, y por ende a todas aquellas personas que les votan, seguimos enseñando nuestra inmadurez democrática al mundo entero.
Un año más, estamos en deuda con ellos.
viernes, 9 de abril de 2010
Tierra de faraones
Aterrizo en Barcelona y, como salido del DeLorean de Doc, regreso al futuro.
Ya estoy aquí, ha sido un viaje intenso. Tal vez la visión de otras realidades te frota el alma con capas de cebolla hasta hacerte llorar. Sí, estoy seguro, son otras realidades más duras.
Durante once días hemos tenido momentos de todo tipo, desde la típica aglomeración en el gran templo de Abu Simbel hasta la más absoluta de las soledades en el desierto blanco. Ciudades inundadas de coches y oasis tirados por burros y carretas. Momentos que me crean un cuadro donde analizar lo vivido.
Las grandes urbes se caracterizan por su abundante densidad de población y en consecuencia de vehículos. Coches, motos y peatones conviven en un mismo espacio sin más normas que las que cada uno considere oportunas, pero ellos se entienden. Como decía Sheriff, en Egipto existen tres idiomas, el árabe, el inglés y el claxon. Sus calles desprenden un aroma a especias mezclado con las llamadas al rezo de las mezquitas y en las afueras de la ciudad se amontonan las basuras de 22 millones de habitantes con escasos servicios de limpieza.
Largas carreteras sin final aparente te adentran en el corazón de Egipto y sus extensos desiertos. Zonas que permiten encontrarse con uno mismo entre un techo repleto de estrellas y la inmensidad del mar de arena que se aloja bajo tus pies. Por las noches la presencia de los zorros del desierto te advierte de que no estás solo y caes en la cuenta de que en la aridez de esa tierra también es posible vivir.
El dios Ra te concede una tregua a la llegada a sus oasis. Hombres, mujeres y niños del desierto te clavan su mirada ilusionada saludándote a cada paso que das. Son otras vidas diferentes a las de la ciudad, son otros intereses.
El interés de tenerte allí y compartir contigo un buen rato alrededor del fuego, mientras tarareas canciones imposibles y resuelves sus ingeniosos acertijos beduinos a base de cerillas. Sus vidas no son para nada favorables y los niños son los primeros afectados. Sustituyen sus juegos por trabajos en el campo, cargando sacos repletos de dátiles donde en su lugar debería ir una mochila llena de libros. Pero a pesar de todo siempre tienen esa sonrisa que les hace estar vivos y que te da una lección de supervivencia que te hace reflexionar.
El Nilo, arteria principal de Egipto, navega entre dunas de arena dorada y palmerales frondosos donde habita el pueblo Nubio. Su faluca nos mece durante horas sobre el agua sagrada de antiguas civilizaciones y hace descargar el cansancio acumulado de días de desierto.
La presencia de las grandes pirámides, impactantes templos y grabados te recuerdan que este país fue un día tierra de faraones. Místicas leyendas combinadas con grandes mentes capaces de crear colosales construcciones, hacen que hoy más de uno busque explicación en seres venidos de otros planetas.
Es una paradoja de país. Rico en historia y monumentos de valor incalculable que les hace únicos, pero pobre en derechos, igualdad y avances. Tal vez aquellos que habitaron Egipto hace 5000 años le dieron más prosperidad al país que sus actuales mandatarios. La avaricia y corrupción del poder alimenta la pobreza y disminuye los derechos del pueblo, mientras la radicalidad de la religión eleva la desigualdad de género a puntos denigrantes. Hoy parece que sus relojes de arena se pararon.
lunes, 15 de febrero de 2010
Así no vamos bien
Ayer tuve un momento de indignación y tristeza. Os pongo en situación.
Me encontraba en la cola para pagar en un gran centro comercial. Detrás de mí una mujer, carrito en mano, junto con su hijo y con otra señora mayor de la que deduje sería su madre. La mujer, aparentemente educada y respetuosa, se pasó un buen rato dando constantes directrices a su hijo para que se mantuviera a su lado. En aquel momento un hombre le golpea con el carro de la compra de forma totalmente involuntaria, a lo que la señora responde con una actitud más que desproporcionada. Después de intercambiar alguna que otra palabra, el hombre sigue su camino. La mujer exaltada y murmurando entre dientes acaba vomitando por la boca lo siguiente (frase textual):
“Encima es sudaca, que se vayan a su país que es donde tienen que estar. Mal educados que se adapten a nuestras costumbres. Porque yo no tengo nada en contra de nadie pero si al menos vinieran a ayudar, sino no se que hacen aquí estos sudacas.”
En primer lugar, efectivamente, el hombre que le golpeó era de origen latinoamericano. En principio le pongo un diez a esta mujer por saber identificar procedencias.
Por otro lado, el término “sudaca” entonado con el odio que desprendió esta mujer afeó la imagen de señora refinada que a priori podía aparentar. Un cero por lo tanto en este punto.
En cuanto al resto de la frase, tal vez esta mujer no acaba de entender bien algunos aspectos de la vida.
Para empezar hablaba en plural, como si hubieran sido muchas las personas que le golpearon, cuando en realidad fue UNA la persona que le dio el golpe. Una persona cuyo origen debería ser irrelevante, pero en cuanto se dio cuenta de que el hombre no tenía su blanca piel, su origen se convirtió en un agravante para ser juzgado más duramente. Señora por aquí no vamos bien.
Por último explicarle a esta mujer que las personas que se van de su país en busca de un futuro no lo hacen por placer, no es el mismo viaje que hacemos nosotros cuando vamos a sus países, pulserita en mano a “todo incluido”. No señora, no es lo mismo. Ellos dejan atrás su vida y sus familias, renuncian a muchas cosas a cambio de poder tener algún día la vida de facilidades que tenemos nosotros. Muchos de ellos ya quisieran estar en sus países de origen y no tener que venir aquí, así que señora por eso no sufra que si el hambre no apretara no estarían en esta situación.
En definitiva, me dolió y me dio pena oír estas palabras entonadas con tanto odio, porque al final el incidente que mantuvo con ese hombre pasó a un segundo plano y fue la excusa para sacar a la luz lo que realmente siente hacia las personas inmigrantes. Por desgracia no es un pensamiento aislado, pensé en el hijo al que tanto adoctrinaba para que se mantuviera a su lado cual perrito faldero. Este niño, acostumbrado a oír de boca de sus padres frases de esa calaña, es carne de cañón. En el mejor de los casos será una persona intolerante, en el peor de los casos un racista en potencia.
martes, 26 de enero de 2010
Algo personal
Llega ese momento en que ya no soy el niño a quien protegían. Mis pies seguirán sus pasos, los pasos de aquellos en quien me veo reflejado. Sus sentimientos son una mezcla de orgullo y tristeza. La tristeza de ver la cama vacía, no escuchar mis voces por las escaleras o no poder satisfacer mis básicas necesidades. Pero el orgullo de verme capaz de empezar una nueva etapa, de sentirse con la satisfacción del hijo que siempre quisieron tener, y tuvieron. No es una virtud mía, sino el resultado al esfuerzo de ser madre, de ser padre…
El Lego dará paso a retos más serios, puzzles que deberé montar como cuando era niño, con más responsabilidad que entonces pero con la misma ilusión. Y cuando mire por la ventana de mi nueva vida, recordaré cada una de sus palabras, consejos que odiaba en la adolescencia y consejos a los que hoy me aferro para seguir adelante. Sus costumbres serán las mías, herencia que dejó el vivir cotidiano, gestos, modos y formas que me recuerdan de donde vengo y que nunca se deben olvidar.
Hoy les debo a ellos todo lo que tengo y todo lo que soy. Por la educación y la amplia visión de la vida que me dieron, la libertad que siempre me ofrecieron para tejer mis propios principios y porque me enseñaron a ver que no siempre dos más dos son cuatro.
Gracias por los años de infancia y de juegos, por la comprensión en la difícil adolescencia y por seguir estando conmigo en los años venideros, años que sin duda estarán llenos de nuevas alegrías.