“Estamos en deuda con ellos”. Así concluía una entrada que escribí ahora hace un año (¿Para cuándo justicia?). En ella comentaba el olvido hacia aquellos que lucharon por defender la legitimidad democrática de la II República. Muchas personas exiliadas tras la derrota, otras muertas en vida en un país atemorizado y las que no, murieron en el intento.
Treinta años no han bastado para reconocer la labor de todas ellas, pero varios meses han sido suficientes para juzgar a aquel que intentó hacer justicia sobre todo este olvido.
Creo que es el momento para desmarcarse y manifestarse. No estamos de acuerdo con la acusación sobre el juez Garzón, porque nosotros no pertenecemos al facherio ultraconservador nostálgico de tiempos franquistas. Condenamos y exigimos a la justicia que investigue a aquellos partidos que hacen apología del nazismo, racismo, fascismo… de igual manera que se hace con los sospechosos de simpatizar con el grupo terrorista ETA.
Este país no aprende. Y no vale tirar balones fuera, el electorado es culpable. Culpable de tener como segundo grupo político más votado a un partido supuestamente democrático que, a día de hoy, sigue sin condenar la dictadura franquista, justificando la maquinaria dictatorial del 36 y haciendo declaraciones que dan alas a grupos de extrema derecha. Gracias a ellos, y por ende a todas aquellas personas que les votan, seguimos enseñando nuestra inmadurez democrática al mundo entero.
Un año más, estamos en deuda con ellos.
Treinta años no han bastado para reconocer la labor de todas ellas, pero varios meses han sido suficientes para juzgar a aquel que intentó hacer justicia sobre todo este olvido.
Creo que es el momento para desmarcarse y manifestarse. No estamos de acuerdo con la acusación sobre el juez Garzón, porque nosotros no pertenecemos al facherio ultraconservador nostálgico de tiempos franquistas. Condenamos y exigimos a la justicia que investigue a aquellos partidos que hacen apología del nazismo, racismo, fascismo… de igual manera que se hace con los sospechosos de simpatizar con el grupo terrorista ETA.
Este país no aprende. Y no vale tirar balones fuera, el electorado es culpable. Culpable de tener como segundo grupo político más votado a un partido supuestamente democrático que, a día de hoy, sigue sin condenar la dictadura franquista, justificando la maquinaria dictatorial del 36 y haciendo declaraciones que dan alas a grupos de extrema derecha. Gracias a ellos, y por ende a todas aquellas personas que les votan, seguimos enseñando nuestra inmadurez democrática al mundo entero.
Un año más, estamos en deuda con ellos.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHola….
ResponderEliminarQue razón tienes, este país no aprende!
Aquella norma del 77 no puede esconder e impedir la persecución de los crímenes cometidos. Es intolerable, inadmisible, vergonzoso, éticamente incomprensible ... y un largo etcétera. Pese a ello tengo la sensación de que se está avanzando en algún sentido. No llega a ser optimismo, pero por primera vez los rostros de las víctimas han salido a la calle de la mano de sus familiares y por fin se aboga sin tapujos por una investigación y esclarecimiento de esos años oscuros y olvidados. Me pregunto si será el momento de desperezarse de este alzheimer histórico. Al menos es un pasito…, y ojala se dé con la firmeza necesaria. Ojala no pequemos de ingenuos.
Y no sé si será porque la falta de memoria es generalizada y afecta también a recuerdos más lejanos, pero somos de nuevo un pueblo amnésico acerca de otro de los temas que comentas más abajo, el de las migraciones. A veces se nos olvida que son ciclos de ida y vuelta, caminos recorridos por personas en uno y otro sentido a través de la historia. Entonces ponemos cristales y vallas, oficiales y sensores para custodiar fronteras. Y aparecen señoras en los supermercados que ponen la lógica patas arriba con argumentos tristemente compartidos por muchos…Que paciencia!
Que bien encontrar aquí pedacitos de esa memoria histórica que tanto falla, leer acerca de repúblicas y reyes sin corona, de dictaduras que consiguieron condenar a algunos de sus verdugos, de países con los que se tienen deudas casi olvidadas. Un saludo, solo pasaba por aquí y me he quedado un buen rato (cumpliendo con el Principio del título de tu blog…!)