Ayer se aprobó una Iniciativa Legislativa Popular, es decir una ley propuesta por los ciudadanos. Se abolió el maltrato al toro, pero al parecer para algunos no es argumento suficiente el evitar el sufrimiento de un ser vivo y tienen que achacar el resultado de la ILP a intereses de identidad. Ayer pudimos ser testigos en los medios de comunicación de un potaje de palabras cargadas de una gran hipocresía.
Hasta el día de hoy no he leído o escuchado un sólo argumento de peso a favor de las corridas de toros, la mayoría justificándose en la tradición y cultura. También se hablaba de atropello de libertades. Montilla hizo unas declaraciones que a mi parecer podrían ser el número uno del cinismo. “Voté en contra de la prohibición porque creo en la libertad”. Si la frase hubiera salido de un anarquista hubiese colado. Pero partiendo de un presidente autonómico integrado en un Estado que se rige por un sistema de leyes, me suena como poco a hipocresía barata. Sr. Montilla, ¿qué son las leyes sino prohibiciones? Está prohibido beber cuando se conduce, está prohibido circular sin casco y sin cinturón, está prohibido consumir marihuana… y así un seguido de prohibiciones. ¿Usted cree en las libertades y por eso no quiere prohibir? Seamos serios.
En definitiva, creo que la pregunta que se debate es bien sencilla y quien argumente otras cuestiones está tirando balones fuera. ¿El disfrute y ocio del ser humano está por encima del sufrimiento del animal? Ayer Catalunya dijo NO.