lunes, 29 de junio de 2009

Hasta pronto

Rebusco en mi memoria momentos de despedidas. Porque de tenerlos, sin duda, los he tenido.

Despedidas de final de verano cuando todavía era un niño, en las que mi padre cargaba el coche con las maletas llenas de recuerdos mágicos.

Despedidas al dejar el colegio, cuando la tristeza me envolvía al saber que el viaje que empecé junto a mis compañeros, hacía ya 10 años, estaba llegando a su fin.

Y así, en cada etapa de mi vida, en cada cambio de rumbo, encuentro esos momentos de despedidas.

Esta semana añado al cajón de mi memoria otro momento más, tal vez uno nunca vivido.
Porque hablo de esas despedidas en las que la emoción no te deja decir un “hasta pronto”. Porque me doy cuenta de que los momentos vividos junto a vosotros a pesar de ser pocos fueron gratificantes.

Me quedo con las tardes de tertulia en las que de cada reflexión aprendí algo nuevo y con las fiestas de San Juan en la terraza de Carlos. No olvido vuestro aniversario en el pisito de Gracia ni el cumpleaños de Vane en el parque de la Ciudadela.

Y me quedo con vosotros, porque la gente que vale la pena no hay que dejarla escapar.

Se que el viaje que os lleva hasta Chile os dará días de trabajo, pero también noches de alegría. Y también se que, a pesar de tener que cruzar el charco, nos reuniremos pronto.

Nos vemos en la casa del lago.

viernes, 19 de junio de 2009

Ley de fosas de la Guerra Civil

Esta semana, todo aquel que defiende la libertad y dignidad de las personas, tenemos algo que celebrar. Después de muchos años de olvido y de una ley de la memoria histórica descafeinada, el Parlament de Catalunya aprobó el pasado miércoles la ley de fosas comunes de la Guerra Civil. Dicha ley reconoce el derecho de los familiares a obtener información sobre el destino de sus parientes desaparecidos durante la Guerra Civil y la dictadura, a la dignificación de las fosas y a la recuperación de los restos.
Afortunadamente en el Parlament predomina el sentido común y la sensibilidad ya que, a pesar de ser una ley que dignifica y reconoce a las víctimas de ambos bandos, la aprobación no se escapó de recibir los votos en contra del PP y las abstenciones de los tres diputados del grupo mixto.
Como catalán me siento orgulloso de que mi comunidad sea pionera en este tipo de leyes. Ahora esperemos que el resto de comunidades actúen por cuenta propia y, aprovechando el precedente que Cataluña ha impulsado, se lancen a promover medidas similares.
A pesar de la buena noticia, no deja de preocuparme ver como las personas de aquellas comunidades en las que gobiernan partidos sospechosos de simpatizar con el régimen franquista se puedan quedar sin este tipo de medidas. Por eso se debe seguir luchando y se le debe exigir al gobierno central que impulse estas leyes a nivel estatal para conseguir que todos los ciudadanos, independientemente de la comunidad a la que pertenezcan, puedan disfrutar de este derecho tan fundamental.