jueves, 5 de marzo de 2009

¿Monarquía para siempre?

Monarquía si, monarquía no. Decisión que llevo esperando oír toda mi vida.
Que mayor y verdadera democracia que la de poder elegir a todo aquel que te representa, y lo que es mas importante, a aquel que tiene el “poder supremo” de tu país.

Muchos son los debates que actualmente sacuden el panorama político con respecto a la monarquía, y es que de un tiempo a esta parte demasiadas son las apariciones de los monarcas en los medios de comunicación y no precisamente por veranear en Mallorca o por haber adquirido un nuevo Bribón. Las salidas de tono de tan ilustres personajes, ya sea por frases célebres como la que protagonizó el rey con Hugo Chávez o por las perlas biográficas de la reina, están poniendo en tela de juicio algo que ya hace tiempo debería haberse debatido, la continuidad de la corona.

Porque no hablamos de una casa real cualquiera, hablamos de una monarquía que fue elegida a dedo por un dictador que arrasó España durante 40 años, sus últimas voluntades. Un reinado que tuvo que aceptar el pueblo sin rechistar si quería ver un mínimo resquicio de libertad y democracia, que forma más peculiar la de empezar una democracia, imponiendo la monarquía.

Durante estos 30 años se ha visto al rey como “el salvador”, la persona a la que debemos agradecer no haber continuado con la línea dictatorial de Franco, la persona que nos sacó de un posible golpe de estado en el 81. Pero creo que solo debemos mirar un poco más allá para darnos cuenta de que el momento político y social que vivía España y Europa en los últimos años de franquismo eran totalmente contradictorios a una posible continuidad del régimen. Los movimientos obreros y estudiantiles contra el régimen estaban a la orden del día e incluso el Vaticano se opuso y condenó rotundamente las últimas penas de muerte de Franco.

Evidentemente las cosas estaban cambiando, ¿le debemos estos cambios al rey? por supuesto que no. Él, simplemente se dejó llevar y como una veleta se movió hacia donde soplaba el viento. De la misma forma se sabe, en la versión “no oficial”, que durante el golpe de estado de Tejero, Juan Carlos optó por esperar a ver que sucedía y apuntarse a caballo ganador. El único responsable del fracaso del 23F fue el propio Tejero al no aceptar un posible gobierno dirigido por Armada en el que hubiesen habido diputados comunistas.

¿Qué hubiera ocurrido si en los tiempos de transición las cosas hubieran estado más a favor del régimen? ¿Qué hubiera ocurrido si el golpe de estado de Tejero hubiera triunfado? Nunca se sabrá, pero lo cierto es que de todos es sabido el aprecio que le tenía el Borbón al hombre que le llevó hasta la corona española, como bien dijo Juan Carlos, “Delante de mi no se habla mal de Franco”.

Visto lo visto, uno se plantea si realmente interesa tener tales personajes como representantes de nuestro país, si el papel que el rey desempeña en la actualidad carece o no de sentido, si los ingresos que estos reciben y que aumentan año tras año van acorde con el trabajo que realizan, si en los tiempos que corren pueden existir personas inmunes y que vivan al margen de la ley, si todo esto es necesario.

Yo me inclino a pensar que no, que existen puntos fundamentales que confrontan totalmente con la moral de una ciudadanía libre, democrática e igualitaria.
Evidentemente esto no es más que un punto de vista personal, una opinión. Ahora falta ver que dice el resto de ciudadanos, para ello creo que este país, después de 30 años, se ha ganado el derecho a poder elegir a todos sus representantes y por supuesto la forma de gobierno que quieren tener. Creo que ahora es el momento, que el pueblo hable. ¡Referéndum YA!

No hay comentarios:

Publicar un comentario