Durante los días en que el Real Madrid pagaba cifras indecentes por futbolistas de renombre, ICV, que comparte grupo parlamentario con ERC e IU, presentaba en el Congreso una propuesta para aumentar el límite de IRPF a deportistas de élite de nacionalidad extranjera, ya que la actual Ley Beckham marca el límite en un 24%. Cifra ridícula teniendo en cuenta las cantidades astronómicas que llegan a cobrar estos deportistas. Me alegré de aquella posible reforma y solo esperaba que se llevara a cabo, a pesar de que por aquel entonces ya se oyeron algunas voces en contra.
Hoy la propuesta ya es un hecho. A partir del 1 de enero del 2010, los profesionales extranjeros que vengan a jugar a un club español y que tengan una remuneración superior a los 600 mil euros anuales tributarán un 43% en lugar del 24% actual. Como era de esperar las reacciones han sido inmediatas y la Liga de Fútbol Profesional (LFP), con su presidente a la cabeza, amenaza con paralizar la competición si la nueva reforma sigue adelante.
Creo que ante una ley justa y coherente no se debe dar un paso atrás. Solo decirles a los señores de la LFP que se coman sus amenazas, sin fútbol también es posible vivir.
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